40
Publicaciones Semanales Breves 40 - 03 08 2017
El enojo, la frustración y sus consecuencias (Continuación)
En la publicación anterior hemos
hablado de diferentes formas de manifestarse el enojo.
Las personas somos iguales unas a
otras si nos miramos desde una perspectiva global, somos iguales entre sí y
diferentes de otros miembros de la especie animal.
Pero si nos observamos desde una
perspectiva individual, en seguida aparecen aspectos que nos diferencian.
Esas diferencias son constitutivas
de cada ser; cada uno de nosotros somos únicos y esta singularidad está dada
por factores excepcionales e irrepetibles, que tienen origen en los deseos de
nuestros padres, abuelos, bisabuelos, y podríamos seguir...; es decir, en
nuestro árbol genealógico, ¿qué misión* se espera que vengamos a cumplir?.
Puede parecer sutil, pero hay
abundante bibliografía que da cuenta de la importancia que tiene este fenómeno
en la constitución de nuestro ser.
A lo dicho, debemos agregar:
- Nuestra constitución genética,
- Cómo ha sido nuestra vida
intrauterina,
- Las condiciones que enmarcaron el
proceso del parto,
- Cómo hemos transitado la primera
etapa de nuestra vida,
- Cómo han sido nuestros padres con
nosotros,
- Si hemos tenido la suerte de
experimentar la ternura, que es el componente más importante del amor,
- Como se ha ido configurando la
dinámica en la relación entre los miembros de nuestra familia de origen,
- Qué lugar ocupamos en la línea
fraterna; hijo único, primer hijo o hermano mayor, el más pequeño o hermano
menor, el del medio, etc.
- Si fuimos el hijo preferido de
Papá o de Mamá...
- Si fuimos deseados por ambos
progenitores,
- Si fuimos deseados sólo por uno
de ellos,
- Si fuimos el resultado de un
accidente en la vida sexual de nuestros padres,
- Y una gran etcétera, con todas
las letras.
Todo lo que ha sido mencionado está
registrado en nuestro Inconsciente.
¿Y qué es nuestro Inconsciente?
Podemos decir que es el lugar en el
que se albergan todas nuestras memorias con su correspondiente huella emocional,
pero es mucho más que eso.
Forzando las cosas y otorgándome
una licencia cibernética, que no me gusta, pero que puede ayudar a una mejor
comprensión de la misión de esta estructura de nuestro psiquismo, me aventuro a
decir que es como si fuera una especie de nuestro "Windows"; ahí es
donde está registrado el modo singular en el que fuimos configurando todas nuestras
experiencias de vida.
De cómo hayan quedado registradas
cada una de dichas experiencias y de cómo las hayamos vivido, dependerá el funcionamiento
de nuestros resortes internos, de cómo nos llevan a accionar y reaccionar del
modo singular en que lo hacemos.
Cuando observamos desde esta
perspectiva cómo respondemos al enojo por ejemplo, si lo hacemos de acuerdo a
la curva 1 (artículo anterior) o a la curva 2, podremos comprender algo más
acerca de los patrones de conducta que fuimos consagrando a lo largo de la
vida, especialmente, en los primeros años de nuestra vida.
¿Y cómo funciona una psicoterapia
entonces si alguien desea pasar del modo curva 1 al curva 2?, tal como lo
planteó una lectora de estas publicaciones.
Si partimos de la base de que tales
patrones no los hemos heredado genéticamente, sino que los hemos ido
construyendo nosotros mismos, pues en la búsqueda de satisfacer nuestros deseos
más infantiles, por ensayo y error, hemos probado diversas formas de accionar y
reaccionar y fuimos consagrando ciertos moldes de conducta, que al ver que
fueron efectivos, ya que nos permitían lograr lo que deseábamos, los fuimos
aplicando y perfeccionando.
Entonces, volviendo a la pregunta
anterior, ¿cómo funciona una psicoterapia entonces?.
Si partimos de la base de que
nosotros mismos ayer hemos creado tales patrones, podemos decir que hoy, nosotros
mismos los podemos modificar, los podemos transformar, los podemos recrear, en
la medida en que nos vamos dando cuenta de que los anteriores han perdido
efectividad, pues ya no nos resultan útiles, aún cuando lo hayan sido en
tiempos pretéritos de nuestra vida, pero hoy estamos diferentes, producto del
paso del tiempo.
El paso del tiempo va tallando
nuestro aparato psíquico y nuestra emocionalidad, del mismo modo que va
transformando cada célula que nos constituye y vamos necesitando recrearnos
para poder continuar una vida camino a un creciente bienestar.
Entonces, sólo como ejemplo, si nos
encontramos deseando poder pasar del modo curva 1 al modo curva 2, (tratado en
nuestra publicación anterior), es que nos estamos invitando a realizar un
trabajo sobre nosotros mismos para lograr ese cambio saludable.
En la próxima publicación
continuaremos el tratamiento de este tema.
Hasta la próxima entonces.
*La misión es la razón de ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario