miércoles, 26 de abril de 2017

A CONTINUACIÓN INAUGURAMOS LAS PUBLICACIONES SEMANALES BREVES.

Invitamos a realizar sus comentarios y consultas a: elarriera@gmail.com


PUBLICACIONES SEMANALES BREVES
1 -   29 07 16
Todas las personas tenemos problemas.
Hace unos días un amigo me contó que conversando con alguien, éste estaba muy preocupado por un problema que le resultaba terrible y para el cual no encontraba solución alguna.
Mi amigo, lo escuchó y se interesó por lo que el otro le estaba contando y no sólo que no lo vio tan terrible, sino que en unos minutos de charla se le ocurrieron varias alternativas de lo que se podría hacer para resolverlo.


Lo que nos muestra esta situación es que no se trata sólo del problema en sí, sino de cómo lo enfrentamos y cómo lo abordamos.


2 -  
PUBLICACIONES SEMANALES BREVES 2
Cuando estamos metidos con todas nuestras tripas en una situación problemática, nuestra área emocional eclipsa al área intelectual y nuestra inteligencia pierde efectividad, pues quedamos atrapados en un estado de ansiedad, o lo que es peor, de angustia.
Cuando compartimos lo que nos ocurre con alguien inteligente y que se dispone a ayudarnos, por estar emocionalmente menos afectado, dispone mejor de su caudal intelectual y el eclipse del área emocional sobre la intelectual es mucho menor o casi inexistente.
Por esta razón es que sostenemos que "el compartir alivia y permite recuperar o ampliar la capacidad de pensar"...
...Con una salvedad; será importante que quien escojamos para compartir lo nuestro, posea entre otras cosas, tres cualidades o características:
·      Que sea una buena persona, es decir que se interese por ayudarnos,
·      Que tenga lucidez, es decir, capacidad para observar el problema desde diferentes ángulos,
·      Que posea sentido común, criterio.
¿Qué les parece esta reflexión?


3 - 
PUBLICACIONES SEMANALES BREVES 3

Todo se inicia con la percepción.
Si percibo que tengo un problema, me ocuparé de hacer algo para resolverlo, en cambio si no percibo el problema, no podré hacer algo para resolverlo.
Por ejemplo, alguien que tiene alguna adicción y no percibe que eso es un problema, no hará nada para solucionarlo, pues dirá: "no tengo adicción alguna, yo dejo cuando quiero".
El no percibir el problema como tal, le impide comprometerse en la búsqueda de una solución.
Podemos observar el problema como algo externo a uno, pero para avanzar en la búsqueda de solución, será importante que podamos percibir el sufrimiento que nos produce.
En tal sufrimiento radica el estímulo para hallar soluciones.
Si no hay registro de sufrimiento, difícilmente nos ocupemos seriamente de resolver el problema en el que estamos metidos.
Por lo que es muy importante:
·         Estar atentos,
·         Para darnos cuenta de lo que nos daña y
·         Hacernos cargo de encontrar solución.
¿Comentarios?


4 -
PUBLICACIONES SEMANALES BREVES 4   17 08 16
En la publicación anterior hablábamos de la importancia de desarrollar la actitud de "Estar Atento", para poder "Darnos Cuenta" y así, finalmente, "Hacernos Cargo" de lo que nosotros mismos, y no otro, debemos hacer para superar la dificultad o problema a resolver.
La percepción de cambios lentos no es tan rápida ni clara, especialmente cuando tenemos ciertas resistencias a aceptar lo que no queremos cambiar,  por ejemplo, dejar de hacer algo que nos gusta aunque es dañino, pues que nos guste constituye un filtro que impide ver y comprender de un modo sistémico las consecuencias indeseables de lo que estamos haciendo.

Pero algo que nos puede ayudar a estar atentos, es saber que habitualmente tenemos por lo menos tres oportunidades para afrontar los cambios.
Las tres oportunidades que tenemos son las siguientes:

1.       Percibir los límites de una situación,
2.       Percibir el dolor y
3.       Percibir el daño

Si no percibimos los límites, nuestra segunda oportunidad la tendremos con la percepción del dolor, y si tampoco cambiamos para erradicar lo que nos afecta y ya nos duele, tendremos una última oportunidad que llegará ya cuando percibamos el daño.
Será muy importante entonces aprovechar las oportunidades primera y segunda para evitar infringirnos daños, que en algunos casos son irreversibles.


5 -
PUBLICACIONES SEMANALES BREVES 5   23 08 16
Una experiencia cruel.
Es conocida como la experiencia de la "rana hervida". Si ponemos una rana dentro de un recipiente con agua fría y lo colocamos sobre una hornalla a fuego lento, la rana nadará y como no percibe el cambio lento de la temperatura, terminará hervida.

Pero si dejamos caer a una rana sobre un recipiente con agua hirviendo, ésta al percibir el fuerte cambio de la temperatura, se salvará pues pateará inmediatamente y saltará del recipiente.

¿Cuál es la enseñanza que nos deja esta experiencia?, pues que tal como le pasa a la rana, nos ocurre a las personas; pues no tenemos facilidad para percibir los cambios lentos.

El elevado nivel del colesterol en sangre no nos duele, las alteraciones que se producen en el aparato cardiovascular por el tabaquismo, tampoco; la lenta evolución de ciertas patologías en las relaciones vinculares, las consecuencias por el maltrato, por ejemplo en la violencia de género, son alteraciones que se van produciendo lentamente, algunas veces con un aviso de dolor y otras directamente cuando ya se ha producido el daño; recién ahí, en el mejor de los casos, percibimos el cambio y tomamos medidas reparadoras.

Cuanto más tempranamente percibamos lo que nos está ocurriendo, estaremos en mejores condiciones de tomar medidas preventivas, que siempre son más eficaces, saludable y económicas que las reparadoras.

Cuando todo lo dicho está claro y no logramos ponernos en marcha para modificar la situación, ese es el momento indicado para procurarnos una ayuda profesional, pues el tema que comenzó con una manifestación biológica, ahora ya tiene un compromiso emocional y es necesario abordarlo para resolverlo.

"5 -                                       
PUBLICACIONES SEMANALES BREVES 5   23 08 16
Una experiencia cruel.

                                         

Es conocida como la experiencia de la "rana hervida". Si ponemos una rana dentro de un recipiente con agua fría y lo colocamos sobre una hornalla a fuego lento, la rana nadará y como no percibe el cambio lento de la temperatura, terminará hervida.

Pero si dejamos caer a una rana sobre un recipiente con agua hirviendo, ésta al percibir el fuerte cambio de la temperatura, se salvará pues pateará inmediatamente y saltará del recipiente.

¿Cuál es la enseñanza que nos deja esta experiencia?, pues que tal como le pasa a la rana, nos ocurre a las personas; pues no tenemos facilidad para percibir los cambios lentos.

El elevado nivel del colesterol en sangre no nos duele, las alteraciones que se producen en el aparato cardiovascular por el tabaquismo, tampoco; la lenta evolución de ciertas patologías en las relaciones vinculares, las consecuencias por el maltrato, por ejemplo en la violencia de género, son alteraciones que se van produciendo lentamente, algunas veces con un aviso de dolor y otras directamente cuando ya se ha producido el daño; recién ahí, en el mejor de los casos, percibimos el cambio y tomamos medidas reparadoras.

Cuanto más tempranamente percibamos lo que nos está ocurriendo, estaremos en mejores condiciones de tomar medidas preventivas, que siempre son más eficaces, saludable y económicas que las reparadoras.

Cuando todo lo dicho está claro y no logramos ponernos en marcha para modificar la situación, ese es el momento indicado para procurarnos una ayuda profesional, pues el tema que comenzó con una manifestación biológica, ahora ya tiene un compromiso emocional y es necesario abordarlo para resolverlo.

Invito a visitar este link:  https://eltrasterodepalacio.wordpress.com/2012/04/12/el-lenguaje-simbolico-la-metafora-de-la-rana-hervida/"




6 -
PUBLICACIONES SEMANALES BREVES 6     30 08 16
"El cuerpo siempre avisa y nunca miente".
Cuando nos encontramos instalados en alguna situación que es tensionante, que nos produce sufrimiento, que nos daña de alguna manera, es muy frecuente que comiencen a manifestarse síntomas aislados.

Si no podemos vincular a dichos síntomas con la fuente de tensión, trataremos de atacar ingenuamente el síntoma; por ejemplo si el síntoma es un dolor de cabeza, trataremos de calmar el dolor con un analgésico; si se trata de insomnio, con algún inductor del sueño, si es acidez estomacal, con Mylanta o algo similar que lleve el PH en el estómago próximo a 7.

Es como si las personas tuviésemos un fusible que está colocado en alguna parte del cuerpo y cuando hay una sobrecarga, el fusible salta y aparece el síntoma.

Cuando el cuerpo es joven, aguanta y aguanta casi cualquier cosa, pero con el paso de los años, lo que comenzó siendo una manifestación sintomática aislada, puede ir estructurando una enfermedad y será más difícil y trabajoso remediarla.

Por este motivo será importante estar muy atentos a este tipo de manifestaciones en su inicio para poder profundizar en la indagación de las posibles causas y hacer un tratamiento global, que no deje afuera la dimensión emocional en la génesis del síntoma.
 
 7 -
PUBLICACIONES SEMANALES BREVES 7     05 09 16
¿Por qué hay experiencias terapéuticas que dan buenos resultados y otras no?
Si un grupo familiar toca el timbre en mi consultorio y al abrir la puerta, empujan a uno de sus miembros hacia adentro diciendo "A ver si usted lo puede arreglar a éste, porque nosotros ya no lo bancamos más", y se van rápidamente.

¿Qué puedo hacer yo como terapeuta para ayudar?
Supongamos que lo hago pasar, lo invito a tomar asiento y le pregunto ¿qué le está pasando, en qué lo puedo ayudar?
Seguramente me dirá que "en nada, yo estoy bien, los locos son todos ellos que me han traído a la fuerza inútilmente". "Yo estoy muy bien, ellos son una manga de locos que me hacen la vida imposible".

Si ésta fuera la respuesta, es muy probable que resulte difícil que esta persona se instale como "paciente", para poder ver "pacientemente" qué le acontece en su mundo interno, pues es ésta la condición necesaria para que una terapia tenga posibilidad de éxito.

Si en cambio piensa que lo que está mal es el mundo que lo rodea y él está bien, no hay por dónde comenzar a trabajar terapéuticamente, aún cuando las cosas no estén muy bien en nuestro entorno.

La condición básica para que un tratamiento psicológico sea efectivo está en lo que llamamos "Conciencia de Sufrimiento". Si no percibo el malestar, si no percibo el dolor, no recurriré a tratamiento alguno.

Si tenemos en cambio un fuerte dolor de muela, vamos rápidamente al dentista, pero nuestra percepción del sufrimiento emocional tiene otros tiempos de respuesta.

Suele ser de ayuda contar con testimonios de personas de nuestra confianza que sí han tenido buenas experiencias terapéuticas.


8 -
PUBLICACIONES SEMANALES BREVES 8     12 09 16

¿Qué podemos hacer para ayudar a alguien que ha tenido una mala experiencia terapéutica?,

suponiendo que alguien haya ido a un psicólogo....lo tuvo no sé cuánto tiempo....y no ha tenido resultados positivos....
sabemos que puede ser el resultado de dos cosas
o que haya tenido un terapeuta que no ha sido el adecuado
o que haya tenido una RESISTENCIA a ver su mundo interno y no pudo modificar ciertas cuestiones


pero sería importante para gente que esté escéptica por una mala experiencia.....y quiera RETOMAR con otro terapeuta.


9 -
PUBLICACIONES SEMANALES BREVES 9     29 09 16

Entre los condicionantes del proceso terapéutico y también del coaching, hay uno que merece un lugar destacado. Es el que está dado por la calidad del proceso de interacción entre consultante y terapeuta.

En nuestras relaciones puede haber simpatía, antipatía o empatía.
Es necesario que el vínculo sea empático, que el consultante experimente una clara sensación de comodidad, que pueda sentirse con toda la libertad de hablar de lo que desee, sin inhibición, sin vergüenza, sin censura.

Ello es algo que si ocurriera se daría en forma natural y en este caso se desplegará.

Por el contrario, si esta condición no se diera, la relación terapéutica no tendrá futuro.

Quizás, de todos los condicionantes, éste sea el más importante para que una psicoterapia o un proceso de coaching sea efectivo.


10 -
Publicaciones Semanales Breves 10   05 10 2016

Cuestiones a tener en cuenta a la hora de elegir terapeuta. (Continuación)

Si una persona que sufre por algún motivo, un día decide hacer una psicoterapia, dicha psicoterapia debe servirle para descubrir sus propias verdades y en consecuencia, vivir mejor.

Y si esta condición básica, que es lo que le da sentido al esfuerzo realizado no se cumple, dicha psicoterapia no servirá para nada.

Por no respetar estas condiciones básicas, de sentido común, es que nació la “industria de la psicoterapia”, que dio lugar a la proliferación de múltiples prácticas, que con frecuencia no permiten observar una buena relación entre el esfuerzo realizado y una mejor calidad de vida del paciente.

Hoy en día el marketing se ocupa de que tomemos determinadas afirmaciones como válidas, y si no estamos mínimamente atentos, corremos el riesgo de comenzar a creer en todo lo que se nos dice, de un modo casi automático y sin pasarlo por el filtro de nuestro propio conocimiento y experiencia.

Me refiero a la importancia de emplear nuestra propia capacidad para examinar lo que se nos propone y decidir de acuerdo a nuestro propio criterio.

Les invito entonces a estar atentos para que se cumplan las tres condiciones, ya mencionadas en un artículo anterior, a la hora de escoger terapeuta: 
1 - Que me sienta cómodo y libre de expresar lo que sea en la sesión; 
2 - Que el terapeuta esté centrado en mí y yo pueda percibir que está escuchándome y comprendiendo lo que me ocurre y finalmente, 
3 - Que desde la primera sesión yo pueda llevarme algo con lo que trabajar internamente que me resulte esclarecedor y útil.


11 -
Publicaciones Semanales Breves 11   17 10 2016

Por qué decimos que las cosas han evolucionado, refiriéndonos al campo de las psicoterapias o procesos de ayuda en la necesidad de superar el sufrimiento humano?.

A lo largo de los últimos cien años han aparecido muchas escuelas de pensamiento y acción, que han culminado en la creación de diversas prácticas de la Psicoterapia, y más recientemente el coaching.

Muchas de estas diversas maneras de concebir el hecho humano, de pensarlo y de actuar en forma concreta con los consultantes para ayudarles, han producido notorias mejoras en el proceso terapéutico en sí tanto como en los resultados, que es, en última instancia, lo más importante.

Nos hemos referido anteriormente a la importancia de la calidad del proceso de interacción entre consultante y terapeuta, que como consecuencia de ello traerá la calidad del proceso terapéutico, que determinará en gran medida la calidad de los resultados y también

Una cuestión básica de gran valor que quiero mencionar, es la importancia de que el terapeuta se involucre como persona en el proceso.

No se trata de que le cuente su problemática personal al paciente, simplemente que no se oculte detrás de la “máscara” de la supuesta neutralidad, e instrumente con profesionalidad, toda la información que surge de la resonancia que pueda tener en él mismo el relato de su paciente.

Ello humaniza la relación entre paciente y terapeuta y facilita el trabajo de buceo interior por parte del primero, al experimentar una mayor proximidad humana con el profesional que está abocado a la tarea de ayudarle.


12 -
Publicaciones Semanales Breves 12   26 10 2016
Los límites en los procesos terapéuticos.

Ya nos hemos referido en una publicación anterior a lo que sí se puede hacer y a lo que no se puede hacer cuando una persona manifiesta su rotundo rechazo a la posibilidad de encarar una psicoterapia.

Y debemos saber que hay aspectos que sí se pueden cambiar y que hay otros que no se pueden cambiar.

Una colega mía dice que "las personas no cambian" y yo estoy de acuerdo con ella en que hay estructuras en la constitución de la personalidad que no cambian.

Si una persona es por ejemplo un H de P..., que aunque suene poco profesional, lo defino así para ser más claro, .eso no se cambia, lo más probable es que siga siéndolo a lo largo de su vida.

Cuando cambiamos?, cuando percibimos los límites de una situación que nos afecta, o el dolor o el daño que nos produce, y si esta condición no se da, no hay cambio.

Pero con el avance de una enfermedad por ejemplo, lo que se puede haber manifestado al comienzo como una negativa a realizar una terapia, eso sí puede cambiar, pues la conciencia que se va despertando a partir del dolor y/o el daño promueve ese cambio interno que puede llevar a la decisión de iniciar una psicoterapia.

Estamos diciendo entonces algo acerca de aquello en lo que muy difícilmente podamos cambiar y en lo que sí podremos.
Vale la pena tener en claro estas diferencias para que nos sean útiles en nuestros procesos reflexivos.


13
Publicaciones Semanales Breves 13     06 11 2016
Dificultades y alcances de los procesos terapéuticos.

Hay personas que no logran hacerse tiempo para atenderse a sí mismas, de un mismo modo en que sí lo harían en el caso de padecer de un dolor de muelas. 

En este caso van inmediatamente al dentista. Y si no lo hacen inmediatamente, lo harán en cuanto los analgésicos hayan perdido efecto.

Con el sufrimiento “del alma” y su tratamiento en cambio, se lo deja estar en general por mucho más tiempo que a un dolor de muelas, incluso, a veces a lo largo de toda la vida, sin tomar en consideración en muchos casos, las consecuencias nocivas que tiene también para quienes le rodean.

El núcleo más importante es la familia y especialmente la descendencia, que hará inevitablemente un aprendizaje de lo que ve en sus progenitores: cómo resuelven ellos los problemas, cómo se los ve en el día a día, si alegres, de buen humor, felices, o tristes, preocupados, tensos, etc., observarán también cómo ellos resuelven las situaciones de desacuerdos, los conflictos, si lo hacen con respeto, ternura, buenos modales, o si en cambio hay gritos, malos modos, agresiones, etc.

Todo ello jugará un papel primordial en la formación de la personalidad de los niños. Es por ello que en todo tratamiento terapéutico, es responsabilidad del terapeuta ayudar al paciente en su evolución, observando siempre también las posibles consecuencias que su padecimiento, y su particular forma de convivir con su sufrimiento, tendrá en los miembros más vulnerables del grupo familiar, que son siempre los niños.


14
Publicaciones Semanales Breves 14      25 11 2016
La llamada "mala suerte"

Un amigo de un amigo siempre se queja de la mala suerte que ha tenido a la hora de caer bajo la supervisión de algún nuevo jefe.

Es como si el motivo de esa reiteración fuera la mala suerte a la hora del reparto de los jefes y él piensa que a él siempre le tocan los peores jefes por ese motivo.

Mala suerte es lo que nos puede ocurrir si al ir caminando por una vereda, desde un balcón nos cae una maceta en la cabeza. No es lógico caminar mirando hacia arriba por si llueven macetas; en esta situación podríamos pensar en la mala suerte.

Pero en el caso de la repetición de una situación problemática como la de los malos jefes, más bien parece que tuviera que ver con alguna dificultad para el relacionamiento con la autoridad.

Y ¿por qué repetimos situaciones?, pues porque, entre otras cosas, nuestra inteligencia inconsciente nos lleva a buscar oportunidades de aprendizaje en esa repetición para resolver el conflicto interno y logrado ello, dejar de repetir.

Estamos hablando de una de las situaciones habituales que nos afectan la salud y que pueden dar sentido a la decisión de instalarse en un proceso terapéutico.


15 -
Publicaciones Semanales Breves 15       13 12 2016
El precio de vivir a "contrapelo" del deseo

Hay que trabajar mucho tiempo a contrapelo del deseo para poder ayudar a que se instale una enfermedad grave en nuestro cuerpo.

Si logramos mantener protagonismo en nuestras vidas respetándonos lo que sentimos, lo que pensamos y lo que deseamos hacer, ese es el mejor antídoto para cualquier posible enfermedad.

He tenido oportunidad de asistir a personas que durante una parte importante del tiempo lograron mantener un gran protagonismo en sus vidas, es decir, que pudieron llevar a cabo gran parte de sus deseos, disfrutando de cada una de sus decisiones y actividades en cada momento de su vida.

Pudieron hacer lo que quisieron en cada momento; por ejemplo, iniciar una carrera universitaria, desarrollar una actividad laboral exitosamente, porque sentían el sabor de la satisfacción por los logros; o dejar la carrera universitaria al descubrir que eso en realidad no era lo que les satisfacía, pues no les llevaba a crecer en el camino que se habían imaginado; o trasladarse de un país a otro al sentir que se había cumplido un ciclo y hacer allí todo lo necesario para poder instalarse en el nuevo destino, para luego ir haciéndose lugar para atender a lo que iba apareciendo como objeto de deseo en esa nueva geografía y hacer lo que quería con pasión, y disfrutar en plenitud el ejercer profesionalmente, viajar por aquellos lugares que estaban llenos de sentido, etc, etc, etc.

El problema comienza cuando comenzamos a "negociar" internamente con nosotros mismos sobre lo que queremos y deseamos por un lado y lo que nos autoimponemos o nos negamos por el otro; esa indeseable negociación terminará cobrándonos muy caro la renuncia al deseo, y la pagaremos en la moneda más cara que existe que es LA SALUD. 


16 -
Publicaciones Semanales Breves 16       20 12 2016
El precio de vivir a "contrapelo" del deseo  (Continuación)

No resulta fácil pensar en los procesos inconcientes.
Si decimos que el deseo es algo que surge de nuestra dimensión inconciente, no es fácil de aceptar, pues creemos que somos concientes de nuestros deseos.

Pero si escuchamos a alguien que le dice a otra persona: "tienes que desear tal cosa", "debes querer tal cosa", como un imperativo, o "debes amar a tal persona", nos daremos cuenta que tal imperativo no resultará efectivo para que la otra persona comience a desear, a querer o a amar.

Es evidente que una persona desea o no desea, quiere o no quiere, ama o no ama, y sobre eso nada se puede hacer para que el afecto aparezca.
La manifestación del afecto tiene sus orígenes en el nivel inconciente de nuestro ser.

Lo que ocurre es que los deseos o la falta de ellos, suele incomodar a personas del entorno inmediato y puede resultar difícil de tolerar estar al lado de alguien que no desea lo que a mí me gustaría que desee, o lo que es peor, darme cuenta de que no me quiere, no me desea, no me ama.


Y por más que algún terapeuta, que los hay, le diga a su paciente que le acaba de confesar que no ama más a su mujer, por ejemplo, por más que le diga "ámela", tal como está planteado en uno de los libros de "Los Siete Hábitos para ser un (Líder, Esposo, etc.) Eficaz". por más que se lo diga y se lo repita más de una vez, no conseguirá que ese afecto aparezca.

Esto está en la médula de una gran parte de los conflictos interpersonales, pues no se tolera que el deseo del otro no esté en la línea de lo que yo quiero y se realizan enormes esfuerzos para intentar que el otro desee lo que yo quiero que desee.

Entonces con frecuencia ocurre que la persona que manifiesta su no deseo o su deseo no alineado con las expectativas del otro, comience una suerte de negociación interna con la intención de "calmar las aguas", preservar un espacio "sin conflicto", sin darse cuenta que para evitar el conflicto con el otro, (conflicto externo), termina instalando el conflicto dentro de sí mismo (conflicto interno), perdiendo de vista su propio deseo o renunciando a él.

Tal como hemos dicho en el artículo anterior, el costo será alto y se pagará en la moneda más cara, que es la propia salud.
Que tengan unas buenas y disfrutables fiestas!.


17 -
Publicaciones Semanales Breves  17       10 01 2017
El precio de vivir a "contrapelo" del deseo  (2º Continuación)

Por lo dicho, se desprende que somos nuestros propios deseos, es decir, nuestros deseos expresan lo que queremos y no es algo que podamos modificar, pues dejaríamos de ser nosotros mismos.

Pero por lo planteado en nuestro artículo anterior, el problema no se agota en el reconocimiento del deseo, pues con frecuencia se nos plantean dudas respecto a qué hacer, qué no hacer, cómo y cuándo hacerlo, etc.
Nuestras acciones surgen de nuestros deseos, que es la dimensión del sentir.

Aparecen los anhelos primero que los manifestamos en un tiempo potencial: "como me gustaría hacer tal cosa...", y podremos pasar un tiempo prolongado diciéndonos a nosotros mismos eso, sin que nada ocurra. Cuando haya pasado ya el momento, cambiaremos el tiempo verbal y en vez de decir "como me gustaría hacer tal cosa...", diremos, "me hubiera gustado...", pero ya habrá pasado el momento o la oportunidad para llevarlo a  cabo.

Afortunadamente, en algún momento, puede ocurrirnos, ya sea leyendo un libro, o conversando con alguien, o frente a alguna escena de una película u obra de teatro, o simplemente en la ducha, que nos decimos: esto que me vengo escuchando hace ya bastante tiempo en términos de "quisiera...", en este momento me doy cuenta que no es más quisiera, ahora es "quiero, lo quiero de verdad", y es ese el momento en que se habilita la capacidad de Pensar; de pensar qué hacer y cómo hacer

Al pensar en cómo llevarlo a cabo, el deseo toma forma de objetivo y comienza una labor de tipo racional, en la que iremos definiendo qué y cómo debo hacer para lograr ese objetivo, que no es otra cosa que, satisfacer nuestro deseo, que ahora hemos definido en términos pensables.

Con esto habremos avanzado un paso más, pero nos quedan algunas cosas por resolver para poder pasar a la acción.
Continuaremos desde aquí en el próximo artículo.


18 -
Publicaciones Semanales Breves  18       02 02 2017
El precio de vivir a "contrapelo" del deseo  (3º Continuación)

Qué tenemos hasta ahora?
Nuestros anhelos nos facilitaron el acceso a nuestros deseos.

Con el deseo ya instalado pero insatisfecho aún, nos pusimos a pensar acerca de qué es lo que realmente queremos hacer para satisfacer aquel deseo con que se inicia este proceso, pues no olvidemos que el deseo es el motor, es la pulsión que nos pone en marcha.

Por otro lado, pensar, no es otra cosa que crear alternativas, usar nuestro conocimiento, nuestra experiencia,  nuestra creatividad para avanzar en el Proyecto Posible que marca lo que es necesario hacer para pasar a la acción.
Resulta que hemos invertido bastante tiempo en la elaboración del Proyecto, pero aún no hemos hecho concretamente nada, es decir que hemos dedicado tiempo para definir lo que haremos.

Qué viene luego?, pasar a la acción.
Pasar a la acción puede estar fuertemente estimulado por una necesidad de Huir De... determinada situación.

Estemos advertidos que ello puede ser una acción de riesgo si como en este caso, no está respaldada por un proyecto; estaría claro de qué situación queremos salir pero no está claro todavía hacia donde queremos ir.

El Proyecto Posible es el que sí nos ayudará a visualizar el camino hacia el objetivo que nos hemos planteado, es el que nos permitirá tomar acciones para Ir Hacia...; ir hacia no es otra cosa que acortar distancia con el objetivo, que es lo que nos permitirá satisfacer el Deseo.

Por lo dicho es tan importante trabajar en la definición de las acciones que tendremos que hacer para poder Ir Hacia lo que realmente deseamos y evitar que, determinadas situaciones que nos producen ansiedad o un gran malestar, nos lleven a tomar acciones impulsivas que nos pongan en riesgo y nos alejen de la posibilidad de satisfacer nuestro deseo.

Nos queda algo más por ver que lo trataremos en la próxima publicación.


19
Publicaciones Semanales Breves  19       11 02 2017
El precio de vivir a "contrapelo" del deseo  (4º Continuación)

Como hemos visto, de nuestros anhelos afloraron los deseos y al pensar qué haremos  y cómo para satisfacerlos, nos dimos cuenta que habría algunas metas por las que deberíamos transitar, estudiar caminos alternativos, considerar qué podría salir mal para cada alternativa y elegir entonces la mejor, estimar nuestros recursos, tiempos, etc.

Finalmente habremos logrado la formulación de un plan o proyecto, en el que estará contenido con suficiente detalle lo que haremos para asegurarnos que no estamos "huyendo de...", sino "yendo hacia..." el Objetivo, que no es otra cosa que lo que nos permitirá satisfacer nuestro deseo, que es lo que nos llevó a ponernos en marcha.

En este punto, suele ocurrir que nos sorprendan algunas dudas; por ejemplo: estará bien que yo quiera esto?, estará mal?; podré hacerlo?, no podré?; me lo merezco?, no me lo merezco?, etc.

Superar estas dudas requiere primero, un reconocimiento de las mismas, para poder luego, en un proceso de autoafirmación, producto de un reconocimiento de las propias capacidades, decirse a uno mismo: "Yo podré hacerlo", "Está bien que lo desee", "Me lo merezco", etc. .

Finalmente , trabajar en la legitimación del deseo, para poder decirse a uno mismo "me lo merezco" quizás sea lo más importante.

Lo más fácil de hacer en todo este proceso es el pensar; pensar qué hacer y cómo hacerlo, pues si uno se da cuenta de que hay cosas que no sabe cómo resolver puede pedirle a alguien que sí sepa, se trata de pedirla a algún amigo o contratar al especialista para resolver el qué y el cómo.

Lo que no podemos pedir prestado a nadie ni contratar es el Deseo y las Convicciones.

Como hemos dicho, el deseo es el motor que nos pone en marcha y las convicciones son como el semáforo que nos habilita para avanzar.

Entre el Deseo y las Creencias es donde se "cocina el estofado" y si no logramos pasar a la acción, una vez que hemos clarificado el Qué hacer y el Cómo hacerlo, será bueno transitar por un breve período de asistencia profesional para ser ayudado y destrabar la formulación del deseo y legitimarlo para satisfacerlo.


20
Publicaciones Semanales Breves  20      11 02 2017
El precio de vivir a "contrapelo" del deseo - Cuadro síntesis





21 -

Publicaciones Semanales Breves  21       07 03 2017
La Queja como síntoma

Hemos comenzado tratando el importante tema de la percepción y dijimos que todo se inicia con la percepción, pues si hay algo que no percibimos como problema, sobre ello no podremos hacer nada. Hoy invitamos a ampliar la visión sobre el grado en que se manifiestan nuestras quejas.

También hemos hablado sobre el Deseo y afirmamos que surge de nuestro inconciente, aún cuando nos resulte difícil de comprender y aceptar esto, pues siempre hemos pensado que somos totalmente concientes de lo que deseamos.

En otro artículo también hemos dicho que la psicoterapia debe ayudar a descubrir las propias verdades para poder vivir mejor, lo cual significa: ser y estar alineados con lo que verdaderamente deseamos.
¿Qué nos ocurre cuando no logramos dar satisfacción a nuestros deseos?

Hace aparición la Queja y la queja en sí misma es un indicador de nuestras propias dificultades para hacer de un modo autónomo lo que genuinamente necesitamos hacer para sentirnos bien.

Quien se queja muestra, sin quererlo, carencias en su capacidad de hacer, es decir, de llevar a cabo lo que desea o lo que necesita para alcanzar su satisfacción.

Si una persona logra que las cosas ocurran en el sentido deseado, no hay lugar para la queja. En cambio si alguien se queja es porque no lo está logrando y es por ello que se queja. Queremos decir que hay aspectos vinculados a su sí mismo que no son percibidos.

Si esa persona no es ayudada a identificar esta traba interna seguirá pensando que lo no logrado es solamente "por culpa" de los otros, de la incompetencia o mala actitud de personas que le rodean, (esposa/o, madre, padre, hijos, amigos, jefe, etc.) y nada cambiará hasta que pueda reconocer sus propios aspectos personales en juego.
¿Qué necesita entonces esa persona?

Necesita recuperar el protagonismo en su vida, para lo cual le será útil ser ayudado a comprender mejor su respuesta a sus circunstancias, para que ello pueda dar lugar a un proceso de reflexión que le facilite el logro de un estado emocional de mayor calma, para poder verse a sí misma y comprender su interacción con lo que  ocurre en su entorno, pudiendo entonces crear nuevas formas de afrontar su sufrimiento para resolverlo o, lo que no es poco, minimizarlo.

Será necesario entonces que el terapeuta pueda ayudar al paciente a que éste realice este camino, pues si no ese tratamiento estará condenado al fracaso, porque el proceso descripto no podrá tener lugar.


22 -

Publicaciones Semanales Breves  22       15 03 2017
La Queja como síntoma - Continuación

La queja aparece cuando no podemos satisfacer nuestros deseos y nos muestra cierto estado de impotencia para resolver la situación.

Todas las personas nos quejamos siempre por algo. Podríamos decir que motivos no nos faltan, la vida nos presenta dificultades que debemos afrontar y resolver y cuando no logramos encontrar una respuesta adecuada, se activa un mecanismo interno que se manifiesta con una queja.
¿Qué es lo que nos ocurre internamente?

Imaginemos que representáramos en un disco la inteligencia que poseemos y en otro disco de las mismas dimensiones el área emocional.

Cuando nuestro estado emocional se ve alterado, con un enojo, una frustración, una pena; cuando estamos ansiosos o angustiados, podemos observar que el disco emocional se desplaza sobre el intelectual, eclipsándolo, de tal manera que no disponemos de todo el caudal intelectual que potencialmente poseemos.
Y si este mecanismo se hace habitual, el problema, lejos de mejorar se irá acrecentando.

Queremos advertir que el riesgo mayor está en que este mecanismo se haga crónico y como siempre ocurre, lo que se cronifica produce un daño mayor y resulta más difícil de reparar.

Como todo en la vida, siempre que trabajemos en la prevención será más beneficioso que trabajar en la posterior reparación.

Si se cronifica la queja, puede derivar en un estado muy perjudicial que es el escepticismo.

El escepticismo es como una enfermedad que nos sume en la impotencia, pues a medida que nos tornamos escépticos comenzamos a perder vitalidad, es decir que de un modo creciente se va instalando en nosotros la idea de que "no se puede", aunque en realidad es "yo no puedo", por lo que la puerta a la queja se abre de par en par.

El escepticismo es como una enfermedad que nos va dejando cada vez más impotentes para encontrar alternativas de solución.

Como para esto no hay pastillas ni vacunas, recomiendo que estemos muy atentos a la manifestación de estos estados de ánimo y de estos procesos que son terriblemente dañinos, pues nos hacen perder energía y protagonismo en nuestra vida, lo cual es un hermoso caldo de cultivo para la instalación, por ejemplo, de estados depresivos, entre otras manifestaciones de pérdida de salud.

Tengamos presente entonces que la aparición de la queja es un síntoma que nos anuncia la posibilidad de males mayores.

Por lo dicho, invito a que estemos atentos y ante la primera manifestación de un estado quejoso en aumento, busquemos ayuda terapéutica tempranamente para enriquecer nuestros recursos para recuperar la salud.

Foto de Psicología - Eduardo Larriera - Psicologo.
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Publicaciones Semanales Breves 23 25 03 2017
La Queja como síntoma - 2º Continuación

Hoy utilizaremos una metáfora, "la del camioncito con volquete".
Todos tenemos un camioncito, en cuya caja vamos cargando, habitualmente, cantidades importantes de malestares varios, enojos, estados de ansiedad, angustias, frustraciones, broncas, quejas , y por si a modo de ejemplo esto fuera poco, agreguemos un gran y generoso etcétera.

En las mesas de café, en los espacios empresariales donde se hace un alto para tomar un cafecito o un refrigerio, en encuentros entre amigos en general, podemos observar que es habitual que se converse y se compartan dolores, broncas, frustraciones y diversos estados de ánimo.

En una gran mayoría de los casos queda a la vista que a medida que avanza el relato generador del malestar, se va manifestando un cierto alivio, pues se va produciendo lo que llamamos una catarsis, que significa una descarga.

Cuando ponemos en palabras lo que nos ocurre, es como levantar el volquete y por el solo hecho de compartirlo con alguien respetuoso, querido y valorado, experimentamos una sensación de alivio.

Se trata de un alivio de la tensión, que no es poco, pero que si es solo eso, no nos alcanza para resolver la situación y sin darnos cuenta, continuamos transitando por nuestra vida cargando y descargando la caja del camioncito, sin entender muchas veces lo que se nos repite, es decir, por qué siempre me pasa lo mismo.

Si puedo prestar atención y me escucho, puedo darme cuenta de que hay un hilo conductor entre varios de los hechos que me han generado algún sufrimiento.

Hay personas que pasan por la vida en un permanente proceso de carga y descarga de la caja del camioncito; permanentemente cargo la caja y en cada situación en la que puedo, levanto el volquete y produzco la descarga.

Debemos saber que el compartir en un buen encuentro es siempre algo bueno, pues "el compartir alivia y ayuda a acrecentar y recuperar la capacidad de pensar", pero debemos saber que se trata solo de eso.

Es importante saber que si quiero producir modificaciones en las matrices o patrones de mi funcionamiento, en mi forma de afrontar y/o reaccionar ante las situaciones que me convocan, debo saber que será muy saludable aprovechar esos momentos de catarsis, pues el eclipse del intelecto se abrirá y me permitirá disponer mejor de mis capacidades perceptivas, intelectuales y creativas para hallar respuestas satisfactorias a las situaciones que me aquejan.

Aprovechar esos momentos significa buscar ayuda profesional para que esa ampliación de la visión sobre lo que nos ocurre pueda ser bien aprovechada y generar un avance real y concreto que me permita re matrizar dichos patrones de conducta, para alcanzar así una situación de mayor salud y consiguiente bienestar.
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Publicaciones Semanales Breves 24       07 04 2017
Cómo y porque funciona una psicoterapia

Hemos tratado en artículos anteriores algunos temas vinculados a la búsqueda de salud y bienestar y en varios de ellos recomendamos recurrir a ayuda profesional para lograrlo, especialmente cuando se trata de situaciones en las cuales estimamos que intentar resolverlo en solitario será difícil.

Pero es lógico que nos preguntemos cómo funciona una terapia?, qué es eso de ir a contarle a un desconocido nuestras cosas íntimas?, que te va a decir?, es algo más bien para locos o personas que están muy mal y no es mi caso, etcéterassss!!!

En artículos anteriores nos hemos referido a las condiciones que deben darse para que un proceso terapéutico tenga un buen pronóstico.

Hoy en cambio trataremos de explicar algunos aspectos básicos del Proceso Terapéutico. Por qué funciona una terapia?.

Recuperemos memorias de nuestro paso por la escuela secundaria, asignatura Física, Tema: Principio de Inercia. Se nos explicaba que un cuerpo que se desplaza en una dirección, tiende a seguir su camino en esa dirección.

Si le aplicáramos una fuerza en un ángulo diferente al recorrido que viene haciendo, ocurrirá que el cuerpo cambiará su recorrido en un ángulo que dependerá de la fuerza con la que se viene desplazando y por otro lado la fuerza que se le aplique para modificar su recorrido. Nuestros profesores de física nos decían que "se descompone la fuerza y el cuerpo cambiará su recorrido".

En la figura 1, en el gráfico de la izquierda podemos observar este fenómeno, que es aplicable al mundo de la Física.

Pero el Principio de Inercia se aplica también a las personas: Funcionamos de una determinada manera y tendemos a seguir funcionando de esa manera. En qué radica la diferencia con la experiencia en Física?, en que una acción única tendiente a ayudarnos a producir una modificación en nuestro modo de hacer no resuelve el problema como en la física, donde el objeto cambia la dirección inmediatamente por la aplicación de la mencionada fuerza.

Si el mismo Freud se levantara de la tumba para brindarnos una "super sesión", lo que ocurriría es lo que podemos observar en el gráfico de la derecha de la figura 1, donde podemos ver que se produce una breve modificación en nuestro modo de funcionar, pero que la fuerza inercial nos llevará inevitablemente a regresar al modo que nos es habitual.

Si lo que queremos es dejar de sufrir, por ejemplo, por el singular modo de encarar nuestras situaciones conflictivas, necesitamos que ocurra lo que mostramos en la figura 2, donde podemos apreciar el cambio de dirección de la línea en color verde, que muestra un cambio en la dirección en que venimos funcionando y que se mantiene en el tiempo; es decir, no nos regresa al funcionamiento anterior que queremos modificar.

Esto se logra no por haber tenido una única y maravillosa sesión, sino que lo que promueve el cambio es el PROCESO que está dado por la continuidad de las sesiones.

En nuestro próximo artículo nos explayaremos en esta explicación.
Les deseo buenas reflexiones entonces.

Figuras 1 y 2.


Foto de Psicología - Eduardo Larriera - Psicologo.
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Publicaciones Semanales Breves    25        15 04 2017
Cómo y por qué funciona una psicoterapia - Continuación

Partamos de una premisa:  "Siempre que hay una formación, paralelamente hay una deformación".

Yo como Psicólogo, por ejemplo, tengo una formación que me facilita la comprensión de fenómenos que no responden a la lógica cartesiana y por ese motivo, me cuesta más percibir, pensar y comprender aquello que las ciencias llamadas exactas pretenden explicar de ese modo.

Por otro lado tenemos a las personas que han tenido una formación en el campo de estas ciencias llamadas exactas y su dificultad está más bien en percibir, pensar y comprender aquellos fenómenos que no se encuadran dentro de esa forma de pensar.

Es habitual que en nuestra actividad recibamos consultas/preguntas sobre las que se espera una respuesta por sí o por no, blanco o negro, etc. y nuestras respuestas, la mayoría de las veces consisten en un "depende".

¿Cómo depende?, es la siguiente pregunta, que suele ir acompañada de cierto enojo, pues la respuesta esperada es claramente afirmativa o negativa, o blanco o negro, etc.

Desde esta perspectiva suele hacerse el siguiente cálculo: Si voy a tener una sesión una vez por semana, esto significa que veré al terapeuta durante 1 hora sí y 167 no, pues entre siete días hay 168 horas. (Figura 2 del artículo anterior).

¿Cómo me pueden hacer creer estos terapeutas que con tan poco tiempo me van a ayudar a resolver algo?, ¿en solo una hora cada 167?

Sólo podemos comprender la razón por la que funciona una psicoterapia si logramos ver que todo ocurre en el marco de un proceso, que está dado por la secuencia de las sesiones.

Lo que ocurre en cada sesión va alimentando el proceso de reflexión; de reflexión y de darse cuenta, lo que permite ir encontrando diferentes alternativas de enfoque, lo que en otros términos es, revisar y modificar nuestras matrices de funcionamiento al descubrir que de lo que se trata es de encontrar modos más saludables de encarar y resolver las situaciones que nos aquejan.

¿En qué momento ocurre esta reflexión que va alimentando el darse cuenta?, justamente en el total de las 168 horas en las que el proceso terapéutico va teniendo lugar.

Se supone que en cada sesión se va ampliando la visión, lo que permite profundizar en la comprensión de aquello que dará sentido al esfuerzo realizado para lograr un modo de estar en el mundo más saludable y productor de bienestar.


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Publicaciones Semanales Breves    26         22 04 2017
Cómo y por qué funciona una psicoterapia - 2º Continuación

Otra manera de pensar la dinámica emocional/intelectual y percibir el funcionamiento del proceso terapéutico es la siguiente.

Veamos un esquema simple que nos permitirá comprender lo que nos ocurre internamente cuando decidimos hacer algo.

Imaginemos el siguiente dinamismo:

Nuestros deseos son impulsados a pasar a la acción por una estructura que podemos denominar  Pulsional, y como vivimos en sociedad, resulta que no podemos hacer lugar a todos nuestros deseos tal como aparecen en bruto.

Contamos entonces con otra estructura que se ocupa de ejercer el Control de nuestras acciones, de tal manera que la estructura que se ocupa de gestionar la conducta (y van tres estructuras), la podemos denominar el Yo, que en nuestro caso la definiremos como el Yo Actor.

Nuestra conducta entonces surge del juego de fuerzas entre las Pulsiones por un lado y el Control por el otro.

El Yo Actor, como jamón del sandwich entonces, se las arregla para producir una conducta que no siempre satisface adecuadamente nuestros deseos, que como vimos, surgen de la estructura Pulsional.

Ya hemos dicho en artículos anteriores que cuando no atendemos los requerimientos de nuestros deseos, seguramente terminaremos produciendo algún síntoma; en otras palabras, que afectaremos nuestra salud.

¿Cómo contribuye entonces un proceso terapéutico a minimizar los efectos indeseables y ayudarnos cada vez más a encontrar en nosotros mismos respuestas que nos permitan satisfacer crecientemente nuestros deseos?

Imaginemos que a las estructuras mencionadas (Pulsional, Control y Yo Actor), las completamos con una que podemos denominar como Yo Observador/Asesor; que es como si habilitáramos una especie de mini helicóptero que nos sobrevuela permanentemente con la misión de observar todo lo que hacemos.

Una forma de pensar acerca del funcionamiento de un proceso terapéutico entonces es preguntarnos ¿Qué promueve una buena terapia?, y podríamos decir que se trata de habilitar y mantener bien lubricado un canal de comunicación entre el Yo Observador/Asesor y el Yo Actor, para ayudarle al segundo a que se dé cuenta y corrija todo aquello de lo cual no es totalmente conciente, y encuentre modos más cada vez más satisfactorios y saludables en su accionar.

En la medida que este funcionamiento se vaya instalando, es altamente probable que podamos hallar y crear cada vez mejores respuestas a lo que nuestras pulsiones nos requieren y en consecuencia, vayan disminuyendo los síntomas indeseables y ganemos salud.

Esquema pulsión - control - el Yo Actor- el Observador/Asesor y la Conducta

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